Nota: “La formación consecutiva es una meta que conduce al éxito”
- alvanezziformador
- 26 may 2021
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El formador de jugadores analiza el trabajo actual en la Argentina y los errores en los que se incurre en el país.
Facundo Alvanezzi no es sólo un técnico de fútbol. Es un formador de jugadores, apasionado de su trabajo y con el claro objetivo de que exista un trabajo serio y profesional en las divisiones inferiores, que apunte a sacar jugadores de calidad, pero fundamentalmente que respete la forma para lograr el fondo. “Albert Camus nos enseñó que somos las decisiones que tomamos, ya sean buenas o malas. Proponiendo qué toda obra formativa (en forma de hazaña) tienen comienzos incrédulos. Para ello, la libertad es la mejor opción de ser grandes pioneros cultores de los hechos consumados”, dice en el inicio de la entrevista con 0223.
-¿Qué realidad tiene la Argentina hoy en la formación de jugadores con respecto a los países que mejor trabajan? -La realidad que hoy transita la Argentina en la formación, difiere notablemente con Europa porque la instrucción y la metodología como escuela, nos ha superado generacionalmente en calidad y valoración a la hora de seleccionar los virtuales formadores. Ello está consustanciado con una realidad federativa de sus asociaciones para trabajar integralmente en equipo como fin que ilumina y protege el juego propiamente dicho. Nosotros como país y sociedad, navegamos en la incerteza de que exista un proyecto nacional que dé lugar a la enseñanza de nuestro fútbol (de otrora), rico en el potrero como espíritu creativo de excepción.
-¿Tiene modo de revertirse? -Estamos en un medio descendente donde nos podremos levantar sólo si generamos escuelas aplicativas, academias integrativas, clubes competitivos y una sociedad donde la enseñanza de los errores sean virtudes pacientes de proezas épicas a futuro. Estamos demasiado distanciados de una formación plural donde el disenso civilizado nos permita crecer. Por ello la diferencia existente entre lo cultural, lo social y lo deportivo es trascendental. En definitiva, considero que estamos a tiempo de rescatar valores olvidados para recuperar nuestro querido fútbol con un proyecto ambicioso donde el altruismo sea el actor principal. Debemos mejorar muchísimo como sociedad… para ver un juego como espejo de nosotros mismos.
-¿Cuántos años lleva revertir un mal trabajo en las divisiones inferiores? -Un trabajo erróneo en el aprendizaje formativo lleva no menos de una década para reconstruir un terreno fértil y generacional de futbolistas con una técnica y mentalidad depurada. Hemos errado el camino copiando e imitando cosas descontextualizadas que nada tienen que ver con enseñar. Se ha buscado el resultado como reparador de sueños y única meta definida, mientras que el trabajo de la cantera debe ser la plataforma universal para pulir errores sobre los errores hasta alcanzar existencialmente algunos pocos virtuosos que llegan a la élite.
Los años que uno no invierta en formación del joven futbolista con excelentes formadores, serán el resultado abúlico de lo que hoy vemos en los campos de juegos en Argentina, donde se prioriza ganar como sea, sin formar como corresponde. Llevo años defendiendo una idea, que mi experiencia profesional sea para inocular pacientemente los valores propedeuticos para que los lustros o décadas de formación, sean consecuentes con un caudal aproximativo de cara a lo que deberán afrontar los jóvenes.
Perdimos varias décadas de enseñanza porque nuestra mentalidad individualista no permite pensar en el otro para mejorar como sociedad que adora el fútbol.
-¿Es posible que países sin tanta tradición futbolística pero con un buen trabajo de años, de acá a un tiempo empiecen a sacar futbolistas al nivel de las grandes estrellas?
-En el mundo entero países con tradiciones más reducidas que la nuestra (Suiza, Bélgica, Austria, Finlandia, Noruega, Suecia y más), han mejorado notablemente porque sus procesos son a largo plazo y con una planificación pautada, respetada y aceptada por todos, como un inicio que justifica el camino a desandar.
Comprendieron que la materia prima (los futbolistas y la calidad de los formadores) está por encima de "los pseudos entrenadores", allí radica el éxito de los programas metodológicos por sobre las ideas individuales de un triunfo efímero.
De estos procesos mencionados surgieron realidades que hoy brillan en la élite competitiva mundial (Xherdan Shaquiri, Yann Sommer, Granit Xhaka, Brell Embolo de Suiza, Youri Tielemans, Edin Hazard, Kevin de Bruyne, Romelo Lukaku de Bélgica, David Alaba, Yusuf Demir, Marcel Sabitzer de Austria, Leo Walta, Niklas Pyyhtia, Nikolas Talo de Finlandia, Erling Haaland, Martin Odegaard de Noruega y J Karlsson, M Svanberg, Jardell Kanga de suecia).
Se forjaron en canteras exquisitas con ideas protectoras del talento natural sin tanta capacidad poblacional de jóvenes futbolistas. Es para imitar cómo, con recursos más acotados a los nuestros, tiene jóvenes emergentes en las mejores ligas del mundo.
-¿Qué reflexión puede realizar hoy?
-En tiempos de extrema dificultad, me está rescatando la interioridad que fui descubriendo y transformando en tantos años. Vivimos momentos delicados y convulsionados donde la experiencia acumulada desde lo emocional y lo social nos puede salvar. Somos seres humanos desprestigiando la cultura milenaria que debe orientarnos para salir a flote.
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