La Academia Formativa de fútbol es exitosa por los futbolistas
- alvanezziformador
- 11 sept 2022
- 4 Min. de lectura

Algunas sensaciones provenientes del alma más profunda son las realidades más fecundas cuando se concretan vivamente.
Habiendo trazado un extenso y proficuo recorrido mundano, hoy reposo en una incipiente actualidad que vamos gestando y elaborando artesanalmente.
Menciono la extensión actuada, siendo un trotamundos afincado en la hermosa labor de Formador.
Edificamos cotidianamente un entramado sumamente complejo cómo es el arte de enseñar, jugar, aprender, evolucionar, crecer y seguir jugando siempre.
Allí voy adentrándome en un terreno fértil, lleno de talentos inagotables, anónimos y descriptivos cómo fin inmaculado a la hora de cuidar los valores humanos y futbolísticos.
La pequeña introducción me interna en aspectos salientes de la tarea desarrollada en poco más, de seis meses en la Academia Formativa.
Realizamos una creativa labor innovadora donde el eje emblemático es la técnica depurada, el juego al piso con celeridad introductora a sus capacidades y entendimiento, los juegos asociados y combinativos para resolver con velocidades gestuales exponenciales, los manejos con las diferentes superficies reconociendo maniobras de empleo en el devenir del juego, y una ejemplificadora tarea educativa con valores muy claros para afrontar la vida social y deportiva qué nos identifica en plenitud.
Estos parámetros los elaboro muy minuciosamente con el cuidado instructivo qué la tarea amerita.
La explosión de júbilo en todos los jugadores que participan integralmente se ve reflejado en la variedad y cantidad de futbolistas de la ciudad que siguen emergiendo en sus respectivos clubes con excelente formación desde su base.
Nosotros solo introducimos sin invadir, conceptos y un juego mejorado en el tiempo reinante entre, sus respectivos clubes, la competencia, y nuestro espacio en menor grado.
Ello me orientó a inculcarles en nuestro reducto acotado, una versión llena de conceptos y entrenamientos indicativos de cara a un fútbol libre, universal, de potrero, de calle, silvestre, y un mix diferencial para que, llegados a la élite, se les reconozca el talento personal emergente.
Adjunto pensamientos creados con los años y que aplico fehacientemente con mucha pasión por mi formación Docente, día a día.

Considero válido:
«La noción de distancia entre los jugadores para ejecutar encadenadamente los pases rápidos, equilibrados y compensados con la elaboración consecutiva del juego desde el inicio».
«Los pases y triangulaciones para afinar cómo orquesta al conjunto que dialogan tocando, mientras los talentos de turno sueñan con la jugada magistral».
«La voluntad de exigirles a los buenos de verdad qué alcancen una elevada performance, buscando la belleza en estado puro inexplicable a la gente común».
«Ser cultor del juego elegante sin una ruta preestablecida, ¡¡¡dónde la pelota debe rendirles homenaje a los pies de los jugadores para asombrar al mundo con un ritmo fluido de circulación imprevisible qué finalizará en Gol!!!
Allí los exponentes universales como equipo entienden cómo asombrar al mundo».
«Quiero mencionarles cotidianamente que busquen adquirir y perfeccionar los conocimientos para disimular las urgencias deportivas y sociales, intentando distinguir lo qué es realmente formativo de lo que no lo es, solo allí, autorizaran al error cómo elemento natural del aprendizaje».
«Intentar educar, formar, ayudar, orientar, describiéndome secundario cómo herramienta metodológica de una idea.
Les solicitamos ser discretos en la victoria y sólidos en la derrota.
Solo allí cultivarán el amateurismo para ser esenciales en esta vida».
«Mi prioridad en retrospectiva habiendo navegado por diferentes sociedades para inspirar mi creatividad expansiva, allí podemos recrear imagines y reciclarme en mi esencia de un romántico tradicionalista del fútbol total».

«Ser un apasionado (lo soy de hecho) del fútbol de posesión, de posición, zonal, técnicamente con un grado de pureza innato, de un mix entre la amplitud, la profundidad y cuándo lo amerita, la verticalidad.
De un fútbol al ras del piso, de toque, rotaciones constantes y movilidad intencionada, con el fin, de un fútbol qué se pueda y deba mirar de pie…
Para ello, elaboro y me educo pacientemente en mi ejercicio despojado del egoísmo por qué no controlo nada…El fútbol es propiedad de los futbolistas.
«Sorprender con la técnica de creación instintiva en evolución, el futbolista debe ejecutar permanentemente las gambetas, los cambios de ritmo, las orientaciones indescifrables, el desequilibrio individual impredecible y su talento exponencial cómo piedra angular de este maravilloso juego».
«Concretar un futbol de ataque, generoso, creativo, de posesión, abarcativo y honesto.
Los intérpretes de este juego deben sentirse, plenos, generosos, creativos, apasionados, comprometidos y honestos con el estilo y la forma de argumentar no solo una forma de jugar, sino de vivir».
«Contemplar valorativamente la calidad instructiva que desarrollan en los entrenamientos para sus superaciones plurales.
Los mismo, son todos de una variada y alta complejidad donde ya, respetan una idea maestra a la hora de accionar los ejercicios y el juego.
Todos juegan por el piso y se asocian humana y deportivamente hablando… Mérito solo de ellos».
Finalizo con un párrafo que retengo de mucha responsabilidad:
«Cómo formador debo promover el bien común por sobre las valoraciones personales que hacen qué un orgánico cómo son los futbolistas, mantengan la humildad y generosidad de respeto mutuo.
No acepto que se revelen individualmente excediendo las pautas metodológicas que rigen cómo límites de convivencia.
Esto conlleva indefectiblemente a liderar humanamente un grupo tomando decisiones para salvaguardar el colectivo.
Entiendo que todos aspiran a jugar y a la titularidad, pero nadie puede garantizar dignamente lo descripto, aquí cobra vida la dignidad para asumir mi rol apuntando a la excelencia y qué se respeten recíprocamente».
Reflexión final:
Esta tarea descriptiva la vengo empleando por el mundo hace ya mucho tiempo.
Hoy descubro cotidianamente en la Academia y lo qué Dios ponga en mi camino, cómo la formación es exitosa por lo que enseñamos y no por lo que ganamos.
Facundo Alvanezzi.

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