Fútbol formativo, el motor oculto del desarrollo deportivo en la actualidad: una entrevista con Facu
- Facundo Alvanezzi
- 13 sept 2020
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2020

En RB Deporte en Sociedad tratamos de mostrar las diferentes caras del mundo del deporte a través de los actores que participan en él. Desde atletas hasta directivos pasando por entrenadores y comunicadores hemos visto que es mucho más, no solamente patear un balón o lanzar una patada e inclusive ganar una medalla o un partido.
Para el deportista en la actualidad, no es competir y ganar o trabajar la parte física y mental. Se requiere de un proceso de aprendizaje, una educación deportiva que sea enseñada por verdaderos formadores que entiendan que están en una etapa desarrollo, por lo que aprenderán con el tiempo. Para este sentido, poco a poco estamos conociendo la importancia de este mundo y lo relevante que es para generar seres humanos de bien.
Ser formador es algo que puedes desarrollar con el paso del tiempo, pero requiere de vocación, es fundamental entender el papel que juegas en esta etapa debido al impacto directo en el deportista. Para el mundo del futbol es básico y uno de los personajes que lo entendió a la perfección es el argentino Facundo Alvanezzi.
Facundo Alvanezzi, el formador deportivo de valores
En entrevista para Rodando el Balón, Facundo Alvanezzi platicó acerca de su historia en el futbol y el rol que juega como formador de futbolistas desde la vocación y su insaciable búsqueda por el aprendizaje a través de la enseñanza a jóvenes en etapas de desarrollo.
Facundo considera que su rol en esta industria va desde su esencia profunda de formador vocacional con un aprendizaje multifactorial. Ese es el papel que él considera suyo en esta gran industria y en la vida. El impactar en el futuro de jóvenes que tienen sueños y aspiraciones, pero que deben sobrepasar adversidades al practicar el deporte más popular del mundo.
Nacido en Bragado, Argentina, ubicado en el centro noroeste de la provincia, en el corazón de la pampa fértil, desde pequeño en el potrero como él lo menciona, desarrolló su libertad para crecer y jugar.
“Desde niño en el potrero (escuela de formación y talentos), desarrollé mi libertad para crecer y jugar con el componente sagrado del talento en expansión.
Solo así comprendí que, con el tiempo, el valor que tiene aprender a jugar jugando, para hallar las formas de integración en las diferentes fases del juego en sus inicios. Horas de ensayo entre la prueba y el error como medida de enseñanza universal de cara a lo que vendría en el futuro”, mencionó.
Para todos aquellos que hayan iniciado de pequeños, el jugar futbol es una ilusión y goce desde el primer momento en el que poco a poco vas descubriendo que existen otros factores importantes como la competitividad y de igual manera tener que acatar órdenes y empezar a ser disciplinado dentro y fuera de la cancha.
Facundo decidió emprender una carrera en este deporte, pero el punto principal era comenzar a entender un poco más de él y a través de sus héroes lo fue haciendo conforme creció y avanzó cada vez más en su formación.
“Lo qué más disfrutaba de jugar era la intencionalidad personal de hacerlo en manera lúdica, imitando a los héroes que triunfaban en primera división y observaba por televisión. Fui comprendiendo con los años que el acto para nada vanidoso de imitar a los mejores, aumento mi capacidad y expresión creativa que esgrimí por el mundo jugando un futbol universal. Es lo que me impulso (mis sueños) para iniciar una carrera como jugador entre el futbol amateur y el profesional.
Son estos los estos puntos de conciencia que diferencian a jugadores comunes de los que buscan algo más del juego. Con una carrera que fue marcada por la dificultad, el aprendizaje y las oportunidades decidió emprender algo más allá.
“Debo decir que mi paso por los campos de juego fueron consecuentes con mi idea de respetar los valores técnicos y un juego estéticamente pulcro. Me defino como un acaudalado creador del juego que paseó su identidad argentina por el mundo entero”.

Facundo Alvanazzi en la instalaciones del Sevilla
Nace el sueño del formador
Argentina es uno de los países del continente americano que más futbolistas exporta ya sea a otros países de la misma zona o directamente al futbol europeo. La idiosincrasia ayuda en este aspecto al generar materia prima que pueda o no triunfar, pero está ahí lista para probar suerte en otros lugares del mundo.
Para Facundo, ya eran más claras las ideas sobre la vocación formativa aún cuando estaba en la etapa de futbolista. Comenzó a tomar un rol distinto en el terreno de juego al grado de enseñar en el campo a sus compañeros ideas que pretendían mejorar a ellos y el juego. Es ese momento en el que él decide ser formador.
“El formador le estaba ganando tiempo y distancia al jugador...Era cuestión de adentrarme en mis emociones para cristalizar la idea de emitir mensajes con una cierta profundidad metodológica. Me rendí a los pies de la enseñanza y el conocimiento desde edades tempranas, es decir, aun jugando ya enseñaba en el campo a mis compañeros. Esta tarea me desvelaba para poder ayudar con mis ideas a mejorar no solo el juego, sino a los jugadores”, explicó.
A partir de ese momento incursionó en el futbol base de su país con “ideas y mensajes llenos de valores morales y éticos”. Aportó su conocimiento en Cadetes de San Martín y luego en el Club Atlético Aldosivi, una entidad deportiva argentina de la ciudad de Mar del Plata. Su crecimiento fue notorio, ya que los futbolistas eran todos distintos y sirvieron como fuente de inspiración y lecciones de vida.
“Recopilaba información y lecciones de vida que me sirvieron para comprender más aún, que primero estará siempre el ser humano y luego el deportista.”

Facundo Alvanazzi en el Club Atlético Aldosivi
La aventura europea
El trabajo y gestión que empezó a realizar lo llevó al futbol europeo a probar y entender los procesos formativos de los clubes del Viejo Continente. Una miscelánea cultural importante en cada equipo en el que trabajó y por supuesto una metodología que sin duda busca objetivos que pueden ser distintos en algunas partes del mundo.
“Mi camino recorrido por Suiza y Europa a través del Basilea FC fue inmensamente gratificante y estimulante. No solo descubrí y aprendí valores. Me educaron para entrenar y competir, forjé mi compromiso plural en las diferentes áreas de la sociedad que frecuenté y adquirí un compromiso moral intransferible”, expresó.

Con la plantilla de FC Basel, equipo más laureado de Suiza.
Estar en el FC Basel, club más laureado del futbol suizo y uno de los más tradicionales de Europa, generó un cambio y mayor atracción por la formación de jóvenes.
“Viajar desplegó mis alas y aumentó mi cultura social y deportiva, aprendí idiomas, conceptos humanos, desarrollo académico, valores genuinos por el Juego Limpio y un bagaje intelectual que interactuaba con lo deportivo”.

Posando con el equipo en una de las salidas a jugar
Pocas veces como aficionados o comunicadores entendemos los procesos objetivos de conceptos como el Juego Limpio y aunque está escrito en un papel, es todo un estatuto, la verdad es que en esas etapas se trata de consolidar en el día a día. Los clubes están conscientes de ello y Facundo Alvanezzi comulga con ese concepto. Es ahí el punto de unión en el que puedes ser mucho más que un simple jugador de futbol.
“Aprendí el significado universal de los valores para formar educando mientras se compite para llegar a la élite. Créanme que no es una tarea sencilla, pues la complejidad de las diferentes culturas, atesoran el entramado deportivo que hoy se ven en las diferentes canchas del mundo”, platicó.

Con parte del equipo juvenil del Basel
Dentro de su etapa por Europa estuvo 10 años en el Basel, pero también trabajó y colaboró y se capacitó en clubes como el Barcelona, AC Milan, Sevilla, Zenit, entre otros. La tarea no es sencilla y cada estilo es válido al momento de competir y buscar una victoria. Esto comentó al momento de vivir las diversas formas de trabajar.
“Siendo el fútbol un lenguaje universal, el mismo deberíamos trasladarlo a las categorías inferiores. Es decir, los jugadores juveniles viven acelerando y desacelerando las ideas y emociones desde la profundidad de sus individualidades. Ello conlleva implícito el secreto de enfocar continuamente la sinergia de aprendizaje, pues como les menciono siempre, en medio de las dificultades se encuentran las oportunidades para elaborar los métodos de adaptación”.

Facundo Alvanezzi con el conjunto juvenil del Sevilla
¿El futbol es un lenguaje universal?
Para Facundo Alvanezzi es exactamente lo que hace el que un equipo multicultural pueda caminar y funcionar como lo que es siguiendo las indicaciones y reaccionando por sí solo en el terreno de juego.
“En estas etapas es dónde el lenguaje universal cobra valor, yo trabajaba con jugadores suizos, italianos, franceses, albaneses, croatas, africanos, alemanes, en fin, una amalgama perfecta para que el futbol-juego a través de la formación y la pelota, una lo que la sociedad coloquial no puede, que todos entrenen y colaboren para un fin en común...aprender a vivir y comunicar con el juego”.
Una pregunta que no tenía que faltar es la del conocimiento del futbol mexicano y por supuesto cuestionar los procesos después de que México obtuviera dos títulos del Mundial Sub 17 (2005,2011). Al final de cuentas es un proceso todavía y ganar la Copa del Mundo de la especialidad puede cambiar la mentalidad de más de una persona.
“Mi interés por vuestro fútbol es de larga data. Han tenido, tienen y tendrán exponentes riquísimos. Tan solo citar a Hugo Sánchez, Rafael Márquez, ‘Chicharito’ Hernández y todo el futbol mexicano, es hablar de futbolistas de excepción.”
Sobre el desarrollo del futbol base en México.
“Mi perspectiva a la distancia es que vuestro mercado importa muchos futbolistas de renombre y no da continuidad a las fuerzas básicas que trabajan muy bien. A mi modo de ver para asentar los jóvenes valores que hoy son promesas y con el tiempo desaparecen, radica en la firmeza de los formadores para ser aceptados en sus consideraciones que están haciendo el camino de los futuros talentos, pero esto sin una directiva fuerte y eficaz difícilmente se logren consolidar”.
En México y el mundo existen este tipo de problemáticas, pero el modo de afrontarlas es muy distinto y cada uno de los personajes involucrados tienen un tanto de responsabilidad en este hecho. Los mismos jugadores tienen que entender que en la mayor parte de su carrera están en constante aprendizaje y adaptación, por lo que no necesariamente ya lo saben todo a los 17,18,19 y 20 años.

Necesitan un proceso, respecto a este tema, Facundo Alvanezzi aseguró que es importante que no salten etapas de ninguna índole, pues los baches metodológicos son difíciles de recuperar más adelante.
“Aquí cobra importancia la estrategia, lo físico, lo táctico y lo técnico que, si no fueron consecuentes laboralmente hablando, se apreciarán errores conceptuales por el cual los jugadores pertenecen a las diferentes categorías. Las etapas madurativas son muy relevantes y deben ser respetadas con las velocidades de asimilación de cada futbolista, solo allí, se inicia el proceso de transferencia de quiénes están para la élite y quiénes no”, comentó.
Metodología y Futuro de Facundo Alvanezzi
Al formador argentino le apasiona que el trabajo que desarrolle sea integral e intervencionista. Que el proceso de asimilación y transferencia será el error y a partir de ahí trabajar en la enseñanza. Deben existir las equivocaciones y a partir de ahí ejercer la docencia y decencia para su método instructivo entre el juego “silvestre” como él lo llama y el de posesión y posición.
Desde su punto de vista, considera que su mayor logro es ser parte del proceso de formación profesional de los jóvenes.
“Apoyándome en una frase de Paulo Coelho que dice: ‘cuando está listo el discípulo aparece el maestro’ y una mejor versión dice, cuándo está listo el discípulo, desaparece el maestro, ¡Esta es mi función!”.
Dentro de los planes a futuro de Facundo Alvanezzi se encuentran seguir aprendiendo y aplicar sus años de experiencia profesional en alguna cantera que desee revalorizar a los jóvenes del mañana. Tiene muchos sueños por cumplir, uno de ellos es crear un centro de formación para ellos.
“Crear un centro de formación para los jóvenes sería la culminación de un camino muy prolífico y rico. Han pasado infinidad de jugadores, muchos se han consagrado, ¡la gran mayoría son hombres de bien!”

Facundo Alvanezzi en el estadio Camp Nou
Para Facundo Alvanezzi su mayor aprendizaje es “haber intentado dejar una huella llena de valores para la vida y tal vez, alguna enseñanza deportiva…”.
Así es como debe laborar un formador deportivo, dándole el valor necesario a las personas que forman parte de la sociedad y pueden crear un vínculo positivo que los pueda ayudar en el futuro en su vida. Pocos son los que realmente llegan, pero eso no signifique que el sacrificio haya sido en vano.
Competir al máximo nivel tiene todo tipo de experiencias y te da las herramientas necesarias para el futuro con un buen guía en el camino. Facundo Alvanezzi lo ve de esa manera y espera seguir colaborando con aquellos jóvenes que tengan deseos de trascender en el mundo del futbol con un ingrediente extra para su futuro.
Por Fernando Rodríguez Segovia.
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