San Juan: Tierra de Potreros y Talentos.

Recientemente recorrí una hermosa tierra llamada San Juan, allí donde conviven la amabilidad, la generosidad y la calidez de su gente con un sol que invita a vivir la vida en plenitud.

Magnifica experiencia donde se entrelazo lo humano, lo social-cultural y lo deportivo. Un entramado excepcional y genuino para satisfacer la ilusión de todo visitante. Hecho esto en primera persona, solo tengo palabras de agradecimiento y asombro por el trato recibido.

Adentrándome en lo deportivo, mi expectativa de soñador incansable fue superado por una realidad tangible como el potrero y la Fundación Fútbol Constructivo (lleno de talentos anónimos) que invitan a los amantes del buen juego, a ilusionarse con una fuente inagotable de recursos nobles y brillantes. Sinceramente quede maravillado por el talento de los niños-jóvenes diseminados en un territorio inexplorado por el común denominador, pero que exige una revisión urgente del Fútbol Argentino porque el Potrero y los exponentes mayúsculos, existen en toda la república, esto por caso, es solo una parte de las provincias donde abunda el talento virgen y lleno de virtudes...

Aquí me encontré con dos Artesanos maravillosos (Andres Santalucia y Gabriel Molina), ellos pulen, edifican, reestructuran y cuidan con sobrada calidad humana y profesional a los talentos del mañana. Que maravilla verlos en su actividad de jóvenes orfebres con tanta pasión y esmero, dedicados por su actividad de Formadores Talentosos.

Como no valorarlos y admirarlos si realizan una obra colosal con jugadores virtuosos "sin desnaturalizar el talento creativo", tarea que muchos deberíamos realizar, copiar e imitar.

A ellos me acople como un artesano mas. Encontré por fin, afinidad por el cuidado de los jóvenes Futbolistas y lo mas valioso aun, observe con asombro como los chicos nos enseñaban a nosotros en el arte de jugar y divertirse sin reglamento, sin arbitro, sin formadores e indicadores insoportables de lo que debían realizar...Brillante capacidad de autonomía para la ejecución instintiva de jugadas irrepetibles en canchas diferentes en superficie y estructura.

Ellos /los jugadores/ tensaban y destensaban sus músculos a la velocidad que solo el potrero les puede dar, engañaban con la picarda del fenómeno, gambeteaban con la arquitectura corporal desfachatada, jugaban como solo los que se encuentran en libertad pueden hacer, simulaban como solo los picaros logran realizar, corrían para seguir jugando, jugaban para seguir intentando, y lo mas hermoso, jugaban aun cuando la noche en penumbra solo podía iluminar el talento.

En fin, el potrero existe, respira fútbol, se juega como se vive y se vive como Dios manda, mas allá de eso, el potrero emana perfume de excelente jugadores que van en busca de la gloria diaria que es jugar en libertad. Detrás de la pelota sin condicionamientos y con un respeto entre ellos (los chicos) admirable...

En ciertos ámbitos la educación todavía es un bien preciado y valorado que complementa la educación deportiva-social y cultural como un todo ejemplificador.

Reflexión Final:

La naturaleza y el origen de porque una pelota siempre obedece al inmaculado talento de los futbolistas, hay que encontrarla en el habito mayúsculo de los grandes jugadores que siguen naciendo y desarrollando este esplendido juego /con técnica y gambetas prodigiosas/.

La observación, virtud amplificada y expresada en un patio de escuela, en el potrero, en la calle, en los clubes, nos hace realizar una profunda inmersión por el descubrimiento plural dando lugar a la creatividad e imaginación, fuente rigurosa de recursos inagotables con quien el famoso fútbol argentino sigue asombrando al mundo /de allí han surgido los mayores talentos/.

Poseemos un territorio futbolero muy fructífero donde indagamos en profundidad su riqueza espiritual para acentuar en la superficie todo lo que debemos realizar los Formadores.

Desandando el camino, nos descubrimos iniciadores, enseñantes, formadores y entrenadores para trazar un camino donde cultivarnos mutuamente con los futbolistas durante el aprendizaje. El mismo siempre es reciproco y las jóvenes promesas nos dan continuamente información para desarrollar nuestra labor arquitectónica.

Facundo Alvanezzi. 22/03/2018.