Experiencia, conocimientos y gustos.
- Facundo Alvanezzi
- 5 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2020

Tratemos de educar, de formar , de ayudar, de orientar con la discreción del que cultiva el amateurismo como herramienta fundamental para ser moderados en las victorias, y sólidos con las derrotas.
Cuando busco adquirir y perfeccionar los conocimientos de mi conducta humana, intento disimular mis urgencias pedagógicas para trasladar mis ideas sobre la vida y el deporte que me convoca con la mayor naturalidad posible. Intentando distinguir que es lo realmente Formativo de lo que es secundario para autorizar al error como parte vital de mi aprendizaje.
Para sorprender con la técnica instintiva de creación en evolución, el futbolista debe ejecutar permanentemente las gambetas, los cambios de ritmo, las orientaciones indescifrables, el desequilibrio individual impredecible y su talento exponencial como piedra fundamental donde se inicia la construcción mas bella de este magnifico juego.
El pase comunica, la gambeta recrea virtudes individuales en solitario, mientras el equipo testifica que son muchos los que comulgan mediante pases...pero solicitan en gran mayoría que el "Solitario" a través de sus gambetas los llene de virtudes exponenciales.
El fútbol en mi vida ocupa un sitio preponderante y de notable pasión insuperable...nací, crecí y vivo con la ilusión de verme reflejado en el espejo del juego por jugar, autorizando mi identidad, mi esencia, mi dignidad, mi amateurismo y mi aspiración mayúscula por el anonimato para ser fiel a mi mismo. Autorizando con total austeridad alejado del convencionalismo a toda adulación externa que podría distraerme de mi verdadera pasión...Enseñar y aprender del denominador común.
Las ideas del buen entrenador despiertan curiosidad en modo proporcionado a un determinado publico...Mientras las genialidades del eximio estratega, deslumbran a propios y extraños con trabajos que trascienden las fronteras de lo imaginable.
Nadie convive con la virtud sin haber pasado previamente por el error, circunstancia tangible de la naturaleza humana para alcanzar la grandeza.
La emoción, que brinda sensibilidades diversas al común denominador de la gente habituada solo a sentir gratitud cuando se gana, es la indiferencia que se percibe en aquellos que trabajan denodada-mente para dar emoción al mas media sin lograr el resultado abstracto momentáneo...solo por haber perdido.
-Cuando hay vocación ofensiva y jerarquía para imponerse a los vaivenes emocionales de un partido, toda connotación alusiva por la frustración momentánea de un resultado adverso, no debe alterar ni desnaturalizar la altura colectiva con que se desea jugar, ganar y gustar. Apelando a la expectativa que nos generamos individualmente para hacerla creíble y real en los componentes del equipo y la sociedad que habitemos.
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