Nota: Facundo Alvanezzi: "En Europa dieron un paso para atrás y se reinventaron"
- alvanezziformador
- 15 jun 2017
- 12 Min. de lectura

Café por medio, Facundo Alvanezzi mostró toda su predisposición para hablar, contar, explicar y enseñar sobre todo lo que aprendió en 10 años en la formación de futbolistas en Europa.
El formador argentino que tiene una carrera brillante en el Basilea de Suiza, analizó el presente del fútbol nacional pero, sobre todo, nos trae un panorama más claro de lo que lleva a las grandes diferencias que se ven en el fútbol del viejo continente.
Una hora, dos, tres o diez. Café por medio, con Facundo Alvanezzi se pueden hablar horas enteras de fútbol. Porque si hay algo que ha aprendido a lo largo de la vida y, principalmente, a través de la experiencia y grandes maestros que tuvo la oportunidad de conocer, es que todos los conocimientos adquiridos hay que retransmitirlos. Entonces, se sienta, explica, detalla y es un placer empezar a entender las grandes diferencias que hay en todo sentido entre el fútbol europeo y nuestro país. Desde lo estructural, desde la importancia y la "bajada de línea" de las Federaciones hasta un trabajo piramidal que permite que desde el club más pequeño hasta las Selecciones Nacionales, se mantenga una misma filosofía que hace que todo sea más fácil.
Podría disfrutar sus vacaciones en las mejores playas de Europa, con el verano que empieza a asomar. Sin embargo, no lo duda. Apenas tiene algunos días, prepara la valija y el destino es siempre el mismo: Argentina. "Tradicionalista", nuestro país es su lugar en el mundo, más allá que por su trabajo, pasó gran parte de su vida afuera. Desde que arriesgó y fue a vivir una nueva experiencia al Livorno de Italia en 1989, que le dieron la chance de conocer el país que iba a ser su segunda casa: Suiza. El Locarno, Tressa Monteggio y Caslano le abrieron las puertas y él se encargó que quedaran para siempre abiertas. Desde el mismo momento que comenzó a trabajar con chicos, supo que su destino estaría ahí. El país tira y pegó la vuelta, intentó con una escuela de fútbol propia, formó parte del proyecto de Cadetes y recaló en Aldosivi, donde no compatibilizaban sus formas, sus ideas, con el apuro constante de los clubes de nuestro país y se fue. ¿A dónde? A Suiza. El FC Basilea, el club más importante de ese país, lo vio en un campo de perfeccionamiento y no lo dejó pasar, lo incorporó a sus categorías formativas. Vaya si cumplió con las expectativas, que lleva diez años en un club que está muy bien posicionado en toda Europa, y desde los Sub 21 para abajo, son habituales protagonistas de los diferentes torneos internacionales que se disputan en el continente.
Aprovechando su paso por Mar del Plata, nosotros tampoco lo dejamos pasar. Lo invitamos a la redacción de 0223 y charlamos de todo, desde el fútbol formativo en el país, a los inconvenientes de las Selecciones Juveniles argentinas, a las formas de trabajo en Europa, las oportunidades que se van presentando, los sueños de crecimiento y, dentro de un mundo ideal en el que vive, su esperanza siempre latente de encontrar un proyecto en nuestro país que sea acorde, para dejar la tranquilidad europea y volver a casa, donde los afectos, familia, amigos y raíces, valen más que cualquier dinero.
Las Selecciones Juveniles Argentinas y un nuevo fracaso en el Mundial Sub 20
Como soy un apasionado de la formación, me resulta poco chocante lo que está pasando en Argentina. Porque si bien estoy realizando mi tarea en el Basilea FC, con el trabajo de campo, algo que he podido llevar a cabo también cuando estuve en Aldosivi acá en Mar del Plata, por la idiosincracia nuestra, tuve que volver a armar las valijas y emprender nuevamente el vuelo porque, evidentemente, no podía desarrollar, humildemente, la capacidad, el desarrollo intelectual, la capacidad evolutiva. Entonces, cuando yo veo lo que está sucediendo en Europa, donde ellos cambiaron todo el trabajo de las federaciones española, italiana, inglesa, alemana, belga, francesa, etc. Estructuralmente y metodológicamente, después del Mundial de Corea y Japón 2002, ellos entendieron que estaban jugando un juego que no era un juego, sino un posicionamiento dentro del campo de juego, para ver con un determinado sistema si te podía ganar, te podía empatar o no perder. No es que no había fundamentos, estaban, pero no con la consistencia de la actualidad. Lo que para nosotros sería un retroceso, ellos volvieron hacia atrás, barajaron, dieron de nuevo y empezaron a hacer un trabajo desde los chicos de 5 años, con trabajos con la pelota, con los juegos de posesión y posición, para ver la evolución en cuanto al juego. Ellos volvieron a una época, con metodologías de entrenadores que han sido grandesmaestros, como el propio Pekerman, Menotti, Marcelo Bielsa, Hugo Tocalli, que hacían dar gusto levantarse a la madrugada a ver los equipos jugaran donde jugaran, con jugadores brillantes, excelsos, que en la actualidad, por lo que veo, honestamente, en el fútbol argentino, no se ven. No están los que desnivelen individualmente, el que desnivele por zonas, el que desnivele por línea, el que lo haga colectivamente. Me genera un sinsabor amargo porque la pregunta es ¿estamos avanzando?¿hay una metodología clara? ¿hay una línea a seguir?. Evidentemente, desde mi humilde opinión, yo creo que no, que eso se ha perdido. Entonces, al no tener eso, al no haber un camino, al no haber capacidad dirigencial que le transmita a los entrenadores el trabajo a realizar, no puede haber un proceso formativo importante.
-La forma de elegir en las Selecciones y los clubes, donde no se mantiene una línea de trabajo
Por eso yo hablo de la metodología, le pedagogía, la filosofía de la federación. Allá en Europa, la línea la traza la Selección Nacional, y de ahí para abajo se trabaja de la misma manera. Hacen trabajos federativos, donde bajan los trabajos a los clubes para que todos entrenen de acuerdo a cómo va a jugar su Selección, en juveniles y en la mayor. Entonces, al haber un camino encadenado, el producto final es idóneo, es óptimo, para saber con que elemento me voy a encontrar en el último peldaño que es la Selección Mayor. Pero eso arranca de las cabezas dirigenciales, si vos sos un dirigente que tenés una idea clara y definida, y yo te quiero modificar tu tarea de trabajo, significa que yo voy a estar demás, porque no me voy a llevar de acuerdo con tu idea futbolística, que es la que va a llevar a cualquier país al fútbol de elite. Por contrapartida yo voy a querer poner mi idea para obtener mi resultado final por encima de lo que sería el resultado de una federación. Si desde arriba, se arman los trabajos y el proyecto, apuntado a que se haga de la misma manera que en la Selección Mayor, yo no puedo ser menos. Si no no puedo ejercer la función, porque estaría llevando a los chicos por un camino errado para el punto final que es la Selección mayor. Y más en una etapa de formación. Que va más allá de lo estrictamente futbolístico: es formación personal, social, cultural de la persona, la formación personal para interpretar el juego. Soy de los que defienden a capa y espada la idea de que no todos los entrenadores pueden formar, y tampoco los formadores pueden entrenar. Todos tienen que ir en su justa medida y en su justo lugar. Si el formador es idóneo, va a optimizar la potencialidad de los jugadores en su formación y cuando llegue a los 20, 21 años, en lo que es la reserva profesional, ahí tiene que aparecer el entrenador con las capacidades tácticas, estratégicas, para sacarle provecho en el deporte de máximo nivel, donde la competencia y los resultados cuentan. Y cuanto mayor sea el nivel de competitividad en los entrenamientos, en un torneo internacional, mayor va a ser el nivel técnico, físico, psicológico, que se va a necesitar para jugar a determinado nivel en el fútbol de elite.
-Proceso de formación que va hasta los 20, 21 años.
Se hace principal hincapié en la técnica en todas sus variantes: individual, colectiva, por línea, grupal, por línea horizontal, por línea vertical. Si bien la cancha tiene una forma geométrica, en ese rectángulo hay que formar muchos triángulos, muchos hexágonos trazar diagonales, pases horizntales, verticales, para que haya una proporción entre lo que el jugador va a proponer, lo que va a resolver y lo que va a decidir. Pero ya a partir de los 14, 15 años, se empieza a hacer hincapié sobre el apartado táctico, posicional, sobre cómo se ataca, sobre como se presiona, se retrocede, achicar los espacios, sobre cómo jugar de contra, como jugar con mucha gente en campo contrario, cómo jugar con los metros que te regala el rival, cómo jugar cuando el rival no te da esos metros. Como usar la amplitud para que los diferentes que uno pueda tener, caso Messi, caso Cristiano Ronaldo, puedan explotar en los metros finales y saque ventaja. Siempre trabajando con pelota, cuando el jugador empieza a reconocer, que la pelota y la velocidad del juego es mayor a la velocidad física y mental, es cuando empieza a entender cómo jugar y cómo tiene que ocupar los espacios.
-El trabajo que en muchos casos es diferente de inferiores a primera
-Yo considero que nuestra idiosincracia, a nivel país, a nivel sociedad, nos ha terminado jugando en contra. Porque lo asociamos con la nuestra, con el yo, con el individualismo, que no nos ha conducido a ningún lado. Yo me habitué y toda la vida fuí criado por mis abuelos y mis padres para trabajar en equipo. Independientemente del fútbol o la tarea X que realice. Cuando uno deja de trabajar en equipo, es difícil que el producto salga adelante. Se necesita lo grupal, con líderes positivos que vayan marcando el camino. Y a mi entender, las Selecciones Argentinas no van para adelante, porque las cabezas dirigenciales no bajan esa línea. Y yo lo pude ver en los mejores equipos del mundo y las federaciones, el excelente trabajo de grupo que se hace y que los ha llevado a obtener grandes resultados, con cientos y miles de personas que trabajan detrás de un mismo objetivo y muchos no salen a la luz, que son anónimos, como puede ser en mi caso, pero que hacemos un trabajo muy importante para los clubes y la federación, para esos dirigentes que entienden mi mensaje. El problema es cuando me encuentro confrontado con un dirigente que no entiende mi mensaje, que yo le digo que un chico va a estar preparado no en el lapso de seis meses, sino de cinco años. Entonces hay que tener la paciencia para trabajarlo desde los 15 a los 20 años, para prepararlo de una determinada manera, para que arriba se lo pueda usufructuar. Hoy los dirigentes del fútbol argentino, creo yo, están más preocupados en obtener un resultado a como dé lugar para mantener su posición, que tener un trabajo encadenado que tal vez se los nombre al pasar, dentro de un proceso de formación. Y muchas veces no están capacitados, y por eso, cuando llegan los jugadores a Primera no se ve ese nivel de perfección o excelencia que se espera.
-La importancia de los procesos físico, mental y espiritual
Yo soy un apasionado de la formación y busco capacitarme cada vez más, para enseñarle al futbolista que puede ser capaz con trabajos de 4, 5, 8 años, de llegar al fútbol de elite. Pero tiene que pasar necesariamente por esos procesos, ni siquiera Messi cuando se fue al Barcelona y sufrió más de una dificultad que mucha gente ni sabe por lo que pasó, Messi necesitó de ese proceso hasta que pudo debutar en Primera. Previamente no lo pudo hacer, y hablamos de Messi en un club extraordinario como el Barcelona. Pero los dirigentes entendieron que el jugador necesitaba un proceso físico, mental, espiritual, de desarrollo conceptual, de un desarrollo para jugar en un estilo de juego como el Barcelona, para terminar siendo lo que es hoy. Y en Argentina, cuando vieron que no crecía, nadie lo quiso esperar.
-Diferencias entre los jugadores argentinos y los europeos, la preparación mental.
-Es cultural, te lo firmo al 100% y es social. Yo creo, y me incluyo, porque formo parte de esta sociedad argentina, amo a mi país por sobre todas las cosas, pero considero que no estamos preparados ni social ni culturalmente para salir fuera del país. Es más, comprobamos que cuando salimos fuera del país seguimos viviendo como si fuera Argentina, cuando es diametralmente opuesto. El argentino prioriza lo individual y en Europa lo más importante es lo colectivo. Por eso, cuando los futbolistas argentinos se incluyen en la sociedad que le toca, se visten como ellos, comen como ellos, se adaptan a sus costumbres, hablan la lengua, se integran a una sociedad que todo es repartido. Cuando se juntan nuevamente todas esas individualidades, salen a la luz los egos que son muy difíciles de manejar, que les termina generando problemas, jugando en contra, porque al no aceptar los roles y los liderazgos, no sabemos el lugar que ocupamos y eso se traslada al campo. Lo más importante, siempre es lo colectivo. Y cada uno es un engranaje que tiene que hacer su parte para conseguir el objetivo grupal.
-El foco en la persona antes que el jugador
Tiene mucho que ver el aspecto cultural y el aspecto humano. Allá trabajamos mucho en la familia, el entorno social, el colegio, porque hay una estadística muy reciente que dio que de 10 mil jugadores llegaban cinco, de esos se afirmaban 3 y uno solo salía campeón de la Europa League, por lo que hay 9.999 que pueden quedar a la deriva. Ahí, el factor cultural es importante, porque si uno está bien preparado desde la educación y no llega a jugar en un determinado nivel profesional, le va a quedar un nivel académico que le permitirá desempeñarse en la vida, que va a ser un señor, que aprenda a decir buen día, gracias, por favor, que le prermita reconocer los errores y aceptar consejos. En Argentina muchas veces nos creemos que no tenemos límites, y cuando uno no sabe moverse dentro de las fronteras de los límites y los traspasa empiezan los problemas. Yo soy de la idea que uno tiene que estar siempre dentro de los límites, pero por el lado de adentro. Nunca probar superarlos, porque cuando uno los supera, no hay vuelta atrás.
-Las posibilidades de volver al país
-Soy un enamorado de Argentina, soy muy tradicionalista. Yo ahora podría estar disfrutando las vacaciones en cualquier playa de Europa, que está empezando el verano, pero siempre que tengo una posibilidad me vengo para acá, por la familia, por los amigos, por las raíces, mi escensia, mucha gente que quiero bien y que me quiere bien. Soy una persona que vuelve como si nunca me hubiese ido. Soy un romántico, un idealista, un soñador, que aspira a que algún día se pueda realizar un proyecto. Porque ya se ha hecho, como con Pekerman y Tocalli, es poner las cosas en su lugar. El dirigente en el rol que le corresponde, el director deportivo como director deportivo, el entrenador, el formador. Pero si te soy honesto, es difícil, es complicado pensar en volver a trabajar en un corto plazo al país. ¿Es imposible? No. Porque con la gente idónea, que nos ayude al contexto de trabajo, armando un buen equipo de trabajo, con una buena dirigencia que nos apoye en el proceso, se puede dar. Me gusta el fútbol estéticamente lindo. Pero bien jugado, que sea con entendimiento de juego, que pueda ser transportado al equipo, con una buena competencia, porque el argentino es competitivo por naturaleza, pero que se entienda que el resultado sea el último eslabón y no el todo. En el país hay gente capacitada, pero si Menotti no trabaja, Pekerman está afuera, Tocalli como coordinador y otros grandísimos maestros que no estén dentro del circuito porque los dejaron de lado porque dicen que son grandes o que ya pasó la época, ese es un preconcepto, yo creo que no, que son personas que deberían estar porque aportarían muchas cosas al fútbol argentino. Pero se puede armar un buen proyecto, con las personas indicadas y una infraestructura para que se pueda llevar adelante. Porque podés tener los mejores formadores, pero si no tienen las comodidades no va a dar resultado. Y lo mismo al revés, podés tener el mejor predio, pero si los formadores no son idóneos no se llegará al objetivo.
-Los conocimientos adquiridos y retransmitidos a colegas y amigos
En la medida que me lo solicitan, yo les doy material, soy muy abierto, me siento a hablar con cualquiera. Doy un poco la sensación de apático, de parco, pero es porque soy muy introvertido, callado, que donde no me invitan no voy, no invado. Ahora, donde me solicitan yo no tengo problema en brindar la información que tenga, debatir ideas, compartir, porque yo estoy aprendiendo todos los días, lo hago con los entrenadores de fútbol. En contraposición, para mi carrera, para seguir creciendo, busco nutrirme con los mejores , de aprender con los mejores. Entonces apunto y gracias al trabajo lo he hecho, ir a clubes de la talla de Barcelona, de Juventus, Milan, Manchester City, Inter. ¿Para qué? Para que me sigan abriendo la cabeza y yo brindarle más información a los futbolistas. Un gran amigo que me dio el fútbol, que fue parte del "Dream Team" de Barcelona y que fue director deportivo, me dijo que lo que se aprende hay que transmitirlo, sino caes en un embudo en el que quedás solo, no crecés más.
-Puertas que empiezan a abrirse
Estoy muy bien en Basilea, porque tenemos una estructura excelente y porque en cada competencia internacional que jugamos no desentonamos, nunca bajamos del segundo o tercer puesto, hay un nivel de formación de excelencia, pero mi aspiración personal no sé dónde me va a llevar Dios y la vida con mi profesión, pero me he podido demostrar humildemente que por todos los lugares por donde he pasado, considero cuando hago un paso hacia atrás y en mi retrospectiva personal, y por lo que charlo con los directores deportivos o propuestas que puedan surgir, que puedo trabajar en los clubes que te mencioné, adaptándome a la idiosincrasia y las características que son diferentes cada metodología. Si bien ahora están trabajando con pelota, comprobé en el último tiempo que todos trabajan con diferentes velocidades, de acuerdo a los test físicos que le toman a los jugadores pueden jugar con mayor o menor dinámica, mayor o menor ritmo, mayor o menor velocidad, con un equipo de pressing hacia delante, con uno de pressing hacia atrás. Pero es lógico que es una aspiración, un desafío personal, tener en algún momento la oportunidad de trabajar en un club de mayor renombre o en una Selección. Con la suiza he tenido algún que otro acercamiento, pero consideraba que no era el momento por la gran cantidad de muy buenos formadores que tienen ellos y que manejan mucho mejor la lengua que yo, en este caso el alemán, que es el que predomina. Yo hablo muy bien el italiano y el francés, el alemán es una lengua que me cuesta, pero lo que me está llevando a que analice algunas otras propuestas, es que me puedan llevar a algún país de habla hispana, a mí me atrae mucho el fútbol español, para retransmitir en mi lengua todo el caudal de conocimiento que pude incorporar en estos 10 años.
Comments