El fútbol en estado Puro.
- Facundo Alvanezzi
- 13 ene 2017
- 2 Min. de lectura

Cuando de chico jugaba al fútbol con los pies desnudos, había tiempo y mucha expectativa cuando elegíamos con quien jugar apostando al talento como único requisito para entrar a ser parte del "picado". Allí en el terreno desprovisto de hierva y con muchos desniveles, nos invitaba la lucidez a producir acciones que tensaban nuestros músculos en pos de mejorar nuestra técnica infinita.
Eramos artistas de la pelota y el juego que en la creación dinámica del mismo no sabíamos explicar el porque hacíamos de la gambeta y la inventiva, una escuela elemental de factores inimaginables al denominador común. Sabíamos muy bien que el Potrero nos provocaba una habilidad plagada de fantasía instantánea donde encontrar nuestros limites propios de la creación.
Antes existía la pasión silvestre y no, la presión de un publico exigente para con nosotros, solo deseábamos jugar para ganarnos el prestigio de ser el mejor en el barrio. Luego y ya transcurrido el tiempo, intentar ser el mejor dentro de una cancha de fútbol verdadera con orígenes profesionales de cara al mundo.
Nací fascinado con la creatividad de la técnica, el toque sutil, el tacto imposible con todos los lados de los pies, la viveza que nobleza obliga nos graduaba de jugadores, no era cuestión de perder y quedarnos esperando que viniera el día siguiente, queríamos la revancha ya mismo...pues se trataba de irnos formando una personalidad sin ningún entrenador que atentara contra Nuestro Juego.
En fin, la herencia genética y deportiva nos obligaba al talento, mas la técnica, mas el coraje, mas lo que expresábamos con nuestros cuerpos, nos definía como jugadores que intentaríamos retransmitir nuestros valores a todos los chicos que venían detrás descubriendo en forma personal, lo que nosotros ya habíamos experimentado.
Que época mas rica, llena de talentos y físicos diferentes que le daban color y vida al juego, así crecimos y así nos desarrollamos, hoy la naturaleza futbolista ha cambiado radicalmente y ya los suburbios no generan genios como Maradona por ejemplo. Ahora las estructuras imperiales del orden, proponen la Academia donde predominan las ordenes y los entrenadores llenos de palabrerio sin respeto alguno por lo que no vieron jamas.
Yo considero que el fútbol clásico fue variando con el tiempo, ayer jugábamos con un determinado ritmo y mas espacios, hoy jugamos con mas velocidad y menos sitios donde hacer prevalecer el talento. Ahora bien, quienes son los encargados de ejercer y dictaminar las leyes del tiempo y la distancia. Al menos en mi caso, siempre prevalecerá el talentoso inteligente que posee el genoma humano y toda la cancha en su cabeza...allí sabremos a que velocidad podremos explorar nuestra técnica y dinámica de juego.
Comparto con los verdaderos gigantes del fútbol Mundial (Menotti,Valdano, Bielsa, Cruyff, Guardiola etc) que la gran cultura del juego esta hecha de barrio, sentimiento y tradicion, como expresion auntentica de un Pais que respire futbol por todos sus poros.
Reflexión final:
Apelando a mi memoria desde chico y en alusión a los entrenadores, considero que son muchos los que pueden entrenar, pero muy pocos los que pueden transmitir conocimientos para alimentar la creación y la inventiva como otrora.
Factor determinante, que facilitaba la libertad de expresión en estado puro.

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