Lo contracultural en el fútbol.

Compartiendo diversas sociedades donde he vivido y trabajado, he comprendido con el tiempo el valor de lo contracultural como crecimiento intelectual, profesional y deportivo.

Es un gran aprendizaje individual donde pude desarrollar y aumentar mi capacidad para desandar mi camino y retransmitirlo a los futbolistas de turno.

Créanme que no me ha resultado nada fácil explayarme con total autonomía porque los Países con culturas diferentes crean sus propios "Modos y Costumbres" que se interponen con mi forma de pensar y actuar.

Allí creo yo, evolucione y me sumergí en el mundo Grande de la Élite Formativa con total humildad no solo para aprender y cultivarme, sino para realizarme como hombre.

Las diversas formas de entrenar y de jugar me llevaron a replantearme mis formas, para adaptarme y lograr con el tiempo los resultados del crecimiento a nivel individual como colectivo para ser participe de las sociedades de turno por la que transitaba.

Aunque para mi sigue siendo elemental el estilo y la dignidad con que se encara la tarea asignada por el club de turno sin renunciar a ir incorporando matices de mi cultura futbolistica y pedagógica.

Es notable como quedamos al descubierto por que debemos desprendernos de nuestras raíces para integrar sociedades totalmente diferentes...ni mejores ni peores...solo diferentes.

Allí fui encontrándome conmigo mismo desde diversos aspectos de mi vida que fueron moldeando al entrenador y al hombre para poder llegarle a los jugadores con extrema puntualidad mi idea futbolistica...

Que experiencia fascinante el poder desafiarme a mi mismo a un crecimiento trascendental para saber cuando crear un modo de entrenar que no modificara los patrones ya establecidos por el club, pero que si, nutrieran en forma detallada el porque de cada detalle.

Reflexion:

Lo contracultural en el fútbol tiene directa injerencia en la vida misma, analizando si nos sumergimos en el mundo del crecimiento mas allá de nuestras propias costumbres, o no...

De allí dependerá aceptarnos para vivir y trabajar en sociedades que solo provocan crecimiento personal mas allá de las dificultades que las hay de todo tipo, pero que me permitieron crecer de verdad en tiempo y forma.