La Élite Es para Los Elegidos.

La misma donde nuclea desde hace mucho tiempo a deportistas de todas las disciplinas aportando todo sus talento...es para pocos...

Es muy difícil asimilar que la misma sea derimida por un grupo selecto al que solo llegan los tocados por la magia del talento y el don del esfuerzo que sigue exigiendo a los buenos de verdad, por sobre aquellos que solo queremos participar de la misma.

Hay una serie de requisitos y voluntades que hacen diferentes en este caso a los futbolistas de una determinada calidad probada, de aquellos que no alcanzan la cúspide ni la altura que la Élite requiere no solo para competir, sino para entrenar buscando el objetivo de la excelencia como fin y no como un principio que solo me aproxime...

Los que han dejado una huella profunda en el mundo del fútbol son aquellos que alcanzaron las metas mas osadas y dignas en todo su esplendor, justificando la estirpe de Grandes en capacidad, realización y concreción...solo así se consigue transitar por el sendero privilegiado de la máxima competencia que admite a los buenos de verdad por sobre nosotros comunes mortales, que vagamos con la incertidumbre de querer participar solamente en algo que se encuentra tan distante de la realidad.

Es muy notoria las diferencias entre gozar de la plenitud del talento que nos abre las puertas de la Élite y la incerteza de solo querer aproximarme solo porque me creo capaz de realizar lo que en realidad ni con todo el esfuerzo y dedicación logro aproximarme.

Hermoso el camino que transitan los que brillantemente nos demuestran a diario por que existe un núcleo selecto de virtuosos que iluminan nuestro peregrinar, aunque nosotros venimos muy por detrás de lo que en realidad nos gustaría.

Para estar en la Élite es vital el talento, la capacidad, la virtuosidad, la imaginación, la técnica depurada, la inspiración inteligente que nutre al talento, los valores culturales que elevan a la belleza deportiva y tantos items mas que hacen de un deportista un ser privilegiado y elegido por el deporte que lo convoca...No es poca cosa pertenecer a algo grande donde se expresa la calidad no solo deportiva sino humana, para albergar la virtud que solo la vida de los elegidos puede demostrarnos a diario.

Desde el Amateurismo hasta hoy en día existieron los Diferentes, pasando por las etapas de crecimiento (con todo lo que ello implica, esfuerzo y mucha dedicación), para abocarse a la Élite que supieron conseguir...

Reflexión Final:

Muy pocos juegan Champions League, Mundiales, Juegos Olímpicos y alguna otra competencia que los sitúe en perspectiva, mientras los que observamos por fuera de todo esto, esperamos el momento sagrado de gritar con todo el corazón algún gol venido del olimpo por quienes se encuentran en la Élite...y pertenecerán a ella por siempre.