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Sueños e ilusiones.

  • Facundo Alvanezzi
  • 25 feb 2016
  • 3 Min. de lectura

Elaborar un estudio profundo donde los sueños de tantos miles de jóvenes (promesas o no) buscan su lugar tan lejos de casa.

Es cuanto menos muy delicado y comprometido por la realidad en la que estamos inmersos.

Por mi experiencia personal atesorada en tantos años de Formación con los jóvenes futbolistas, puedo expresarme con libertad y capacidad abarcativa en pos de narrarles lo siguiente:

"Todos tenemos sueños y los (Futbolistas) no son la excepción a la regla, con la diferencia que a temprana edad descubren el valor de viajar a otro continente sin la información y formación apropiada que les indiquen un camino sabiendo que la gran mayoría no alcanzara el objetivo".

Siendo la minoría quien asoma al estrella-to del fútbol de Élite.

En el medio para desandar este camino, nadie o muy pocos les advierten sobre la cantidad de obstáculos a superar (nostalgia, desarraigo, culturas diferentes, idiomas distintos, entrenamientos que difieren en todo al lugar de origen, soledades que duelen y por sobre todo, el vacío espiritual y familiar donde amortiguar las caídas...)

Llevo años, muchos años, viajando por el mundo y observando como se desintegran las ilusiones de tantos jóvenes, esto es un juego (Fútbol) que esta planteado como una profesión que a cortas edades es muy difícil asumir, por lo tanto resulta contra-cultural provenir de Sudamérica para integrarse en Europa con realidades totalmente opuestas.

Si me vaso en las historias humanas (sin dar nombres) debo situarme en la falta de contención cuando se largan a la aventura de venirse a probar a Europa en general, sabiendo que los cupos libres son cada ves mas difíciles de llegar y que son muy pocos los que alcanzan consolidarse en clubes importantes.

Del resto, nadie quiere hablar porque el sentido de perdida y de ilusiones inconclusas los devuelve a una realidad que los margina y desvía del camino.

Son muy diferentes las experiencias que logran aquellos que se consolidan (muy pocos) con quienes no alcanzan la meta. Para los primeros, todo es placentero y disfrutan la profesión con total libertad y desenvoltura, mientras los segundos cargan con sus mochilas decepcionados por quedarse a mitad del camino sin rumbo ni guía para encaminar sus vidas.

Créanme es muy difícil la carrera de futbolista, no todo es llano, prolijo, correcto, verdadero, fehaciente, sano y tantos mas calificativos que se pueden agregar.

No me explayo ni me sitúo en un País determinado porque cada situación es diferente en todo sentido, prefiero hablar de la experiencia global y a grandes trazos porque es tan amplio el abanico para hablar que estaría llenando hojas y hojas, y considero que no es el caso.

Ahora bien, desde mi carácter de Formador considero que podemos y debemos hacer mucho por la integración y la interrelación entre los jóvenes, los clubes y las sociedades que habiten para que la contención sea un recurso elemental como red de protección a futuro.

Mi profesión esta planteada para entrenar a los mejores y mi pregunta eterna...¿Que hacemos con el resto?

Lindo desafío desde lo cultural-intelectual para situarme delante de la minoría sabiendo que no todos llegaran.

Debería ser mas extensivo pero remarco solo trazos globales de lo mal encaminados que vamos...

Son muchísimos los que van a probarse a Europa con historias humanas todas diferentes buscando sus propios sueños de grandeza estando tan lejos de casa, para que algunos pocos puedan victorear sus experiencias en una cancha de primer nivel...Del resto que Dios los ayude y proteja.

Facundo Alvanezzi.

 
 
 

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